Comienza cortando el seitán casero en finas lonchas y cocínalas en una sartén con un poquito de aceite. Pon el fuego alto y remueve constantemente.
Cuando veas que comienza a dorarse, añade el zumo de limón y las especias. Sigue removiendo y cuando percibas que el seitán ha absorbido el zumo, retira del fuego.