Pon las almendras en el vaso y tritúralas con el turbo, si quieres que éstas se pulvericen rápidamente. Cuando lo consigas, sácalas y reserva.
Sin lavar el vaso, pon el azúcar y la ralladura de limón y pulveriza durante 30 segundos a una velocidad progresiva de 5 a 9.
Ahora, ha llegado el momento de añadir las yemas y el huevo. Comienza la cocción programando durante dos minutos a una velocidad 5, alcanzando una temperatura de 70º.
A continuación, y reprogramando la Thermomix a una velocidad 4, vete agregando poco a poco la almendra. Deja que mezcle y cuando consigas tener una masa homogénea, retira.
Ahora, echa la mezcla sobre el molde previamente forrado. Al igual que en los casos anteriores, extiéndela lo máximo posible y alisa la superficie tanto como puedas. Ahora, solo queda esperar. Déjalo reposar durante dos días y listo para servir. Eso sí, para darle su característico aspecto, echa por encima azúcar blanco y quémalo con un soplete de cocina.