Ralla todo el chocolate salvo 75 grs que debes trocear en trocitos muy pequeños. Pon la ralladura en un bol con leche al baño maría hasta que se funda. Déjalo enfriar hasta que notes que esté templado, pero sin que llegue a solidificarse.
A continuación, monta la nata y mézclala con el chocolate fundido haciendo movimientos envolventes.
Por último, añade los trocitos de chocolate y no dejes de mezclar. Cuando ya lo tengas, congélalo durante seis horas como mínimo.